Y yo?

En un universo compartido, uno se convierte en testigo involuntario, que a diario soporta el ridículo papel de otros y nosotros, las trasformaciones mudas, desnudas y sin vergüenza que ahora se llama desarrollo, luego de ser nuestros días capítulos de casi una cursi novela, terminamos descuidados de nuestra naturaleza, que aun misteriosa se resuelve a diario también, en nuestros sentimientos.

poca importancia le damos hoy al lado humano, o apenas pasamos la mano como una caricia, cuando muchas veces mas de un golpe solicitas, la situación en la mayoría es triste y desesperante, almas errantes deanvulan como perros sin comida, o como los alcohólicos de la avenida, que solo ven la luz a su sanar en la pendeja bebida, todos al fin sin siquiera la idea de felicidad, hijos de la soledad van caminando y ven pasar los días, tendrán hijos y les enseñaran lo mismo, tendrán nietos también y quizás a lo largo de los años hayan logrado divisar alegrías, a veces de coincidencia sintonizaran felicidad o burlonas muecas de esta.

bastara pocos minutos al día para salir de este mundo, desconectarse es una palbra muy utilizada para esto, ensimismarse puede ser la salida y disimulado camino a la esperanza, esta doña que es amiga intima de la felicidad noble y cautelosa no ayudara, yo pocas veces la he visto pero doña me aseguro de su existencia, desde entonces mi corazón excitado anda en esta búsqueda, y espero algún día encontrarme contigo y con ellos, al otro lado del río, si te veo en el camino seguramente me pasare de frente, pues no puedo dudar al cruzar el puente.

entonces pues queda la tarea que a la larga será medicina para tu cuerpo, y para tu alma, que procurara por fin descansar de ese deambular inconsciente, penoso y con pinta de resignación, tarea por hacer, dedicarte mas tiempo en pensar en ti, en que vas a hacer para ser feliz, en relajarte y no sobre cargarte con trabajo extra, y no hablo de stres, porque este siempre termina por confundirme.

El Gran Pez