domingo, 25 de mayo de 2008

Lapsus


Ahora cuando ya no quiero embriagarme de sufrimientos, me encuentro mordiendo un pan endurecido que encontré sobre la mesa, mojado de recuerdos, ensalzado de lagrimas, es cierto que duermo mas temprano, como es cierto que ahora sueño y descanso, mis ojos lo dicen todo el tiempo, ¡ me estoy acostumbrando ¡ ; ciego de aquella sonrisa, me reto a diario, buscando los momentos menos evocados, pues la paciencia es nuevamente mi amiga, hoy nos reconciliamos, nunca nos olvidamos de las riñas que siempre perdía, firmando el engaño, engaño a mi mismo, a mi nombre, y a mi paz

No hay comentarios: